Ahora que finaliza MadridFusión, traigo a colación de esta entrada la expresión “comer con los ojos". No es el plato lo que llama nuestra atención, sino la comida que sobre él se muestra. Y no cualquier forma de presentar la comida.
Con frecuencia se dice que las pantallas nos cautivan: la del móvil, la del ordenador, la del iPad, la de la televisión, la del cine, la consola, la Nintendo… Se argumenta, que el uso obsesivo de estas herramientas puede llegar a crear conductas adictivas. En realidad, cualquier obsesión puede derivar en una conducta adictiva. Hasta comer puede ser adictivo.
En la misma línea comentarios y opiniones acerca del peligro que encierran los Mundos Virtuales y los videojuegos por su alejamiento de la realidad, por ejemplo, en un reciente curso que estoy impartiendo leo en un foro de debate la siguiente opinión:
Lo que se viene a denominar tecnofantasia distópica, término que escuché por primera vez a Alfonso Cuadrado. Pero ATENCIÓN: no es el videojuego, o el MMORPG, o el Mundo Virtual… es la trama. El diseño de la narrativa que nos atrapa. Lo que acontece. Y, cómo se nos presenta. La mecánica narrativa del juego nos ofrece experiencias y nos plantea retos y problemas.
“...este tipo de juegos pueden ser adictivos e incluso peligrosos, no ya por su condición de virtuales sino por ser juegos de rol, de igual manera creo que pesa en nuestra memoria algunas noticias aparecida relativas a conductas violentas o delictivas de algunas personas que creían vivir en la realidad su rol asumido. En este sentido puede fomentar el desarrollo de patologías mentales”
Lo que se viene a denominar tecnofantasia distópica, término que escuché por primera vez a Alfonso Cuadrado. Pero ATENCIÓN: no es el videojuego, o el MMORPG, o el Mundo Virtual… es la trama. El diseño de la narrativa que nos atrapa. Lo que acontece. Y, cómo se nos presenta. La mecánica narrativa del juego nos ofrece experiencias y nos plantea retos y problemas.
Según un proverbio chino:
Lo que oyes, lo olvidas.Lo que ves, lo recuerdas.Lo que haces, lo aprendes.
¿Y lo que juegas? ¿Lo experimentas?
Una experiencia es una fuente de aprendizaje… si se sabe aprender de ella. Y, una de las claves reside en la transformación de esa experiencia práctica en conocimiento. La acción transformadora requiere reflexión y mecanismos que la conviertan en conocimiento, algo ya argumentado por Schön (1974).
Sin duda, para hablar del concepto y proceso del aprendizaje por experiencia, hay que referenciar a Kolb (1984) para el que: "el aprendizaje se da en el proceso mediante el cual se crea conocimiento a través de la transformación de la experiencia". En su ciclo del aprendizaje experiencial podemos encontrar una útil herramienta para el diseño de actividades de aprendizaje. Y en relación a los estilos de aprendizaje (2006), la combinación de dos líneas de eje (continuos), cada uno formado entre lo que Kolb llama "modos de relación dialéctica" de la "experiencia agarrar " (hacer o ver: como nos acercamos a una tarea), y "experiencia transformadora "(sentimiento o pensamiento: nuestra respuesta emocional, o como pensamos o sentimos sobre ella):
La experiencia es una fuente de formación y los problemas son una fuente de aprendizaje.
“Dímelo y lo olvidaréenséñamelo y lo recordaréimplícame y lo entenderé”Confucio
Y, motívame y actuaré
Revisaba el programa Redes (TVE): con la educación del futuro: "Crear hoy las escuelas de mañana", y, entre muchas otras reflexiones destacaría que necesitamos más imaginación y creatividad, con una mente abierta al enriquecimiento de otras perspectivas… En el curso online “Juegos y Mundos Virtuales” reflexionábamos sobre el fenómeno de los juegos sociales, uno de los comentarios giraba en torno a esto:
"Ciertamente, esto me hace pensar que si en algún momento en vez de juegos de entretenimiento como estos, se propone hacer otro tipo de juegos serios o enfocados a la formación en concreto, su evolución y difusión puede ser muy importante.. ¿os imagináis formándonos a través de juegos en Facebook?"
Tal vez, nos pueda parecer revolucionario aprender a través de una herramienta como un juego social disponible en una red social como Facebook, pero el auténtico cambio y oportunidad no está en estas herramientas sino en COMO las utilizamos para enseñar y aprender.No es el plato.
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