Cómo moderadora invitada por AEFOL en la mesa redonda del VII Encuentro "El sector editorial y el e-learrning" que se celebró en el marco del LIBER en IFEMA - Feria de Madrid, el 8 de octubre de 2009
, tuve oportunidad de conocer las inquietudes de estos sectores en relación a la digitalización de los contenidos, con iniciativas cómo la llevada a cabo por Red.es, con el proyecto Agrega- cuestionado en la sesión. Un tema muy comentado también en la feria del Libro de Frankfurt, dónde la aplicación de Google Books , y el acuerdo alcanzado con escritores y editores, también fue lo más criticado.
La digitalización lo revolucionará todo: los hábitos de lectura, el acercamiento del lector y la comercialización del contenido, ¿es la industria consciente de ello?.
En la misma feria internacional del LIBER, se concluía que las bibliotecas tienen que asumir nuevas funciones que les permitan continuar su labor como impulsores del conocimiento ante la llegada de los libros electrónicos y de los dispositivos digitales de lectura.
Cómo ponente en la mesa redonda "cómic, bibliotecas y nuevas tecnologías" de las XV Jornadas Andaluzas Bibliotecarias, y cómo diplomada en Biblioteconomía y Documentación, me preguntaba cómo se verían afectadas las funciones de los bibliotecarios no ya ante los nuevos formatos digitales, sino ante las necesidades de los usuarios que han pasado de ser consumidores de información, lectores pasivos, a prosumidores, autores y creadores de contenidos. No todos. Pero, si se aprecia una evolución en cuanto a sus hábitos y acceso a la información. Y, precisamente, por que no son todos...
Más allá de una respuesta bajo la etiqueta bibliotecas 2.0 o bibliotecarios 2.0, consistentes en crear un grupo en facebook, un blog o una sindicación de contenidos desde nuestra web- o bibliotecas 3D y bibliotecarios avatares, si recrearamos el servicio de referencia en un Mundo Virtual- las bibliotecas, (R.A.E. del gr. βιβλιοθήκη compuesta de Biblion: libro y Thêke: armario) que ya en la actualidad no son sólo una institución cuya finalidad consiste en la adquisición, conservación, estudio y exposición de libros y documentos, si no que ofrecen actividades de promoción de la lectura, de alfabetización digital, de difusión del conocimiento; tienen ante sí el reto y la oportunidad de reinventarse así mismas protagonizando e identificándose con el fenómeno denominado cultura divergente, ofreciendo a sus usuarios la posibilidad de crear nuevos productos culturales a partir de otros ya existentes, y de aprender a hacerlo, impulsando el conocimiento.
Si hace unos años el cómic no se consideraba un género en las Bibliotecas, y ahora nuestra principal preocupación es cómo clasificarlo temáticamente, no deberíamos permanecer ciegos ante las nuevas formas de expresión y formatos ya existentes de este, ilustradas en los siguientes videos y enlaces: Realidad Aumentada y cómic, iPhone y cómic, Mundos Virtuales y Cómic, y el e-book y cómic.
Los nuevos formatos, nuevas herramientas, no afectarán sólo al lector o a la industria.
Espero y confío en que mi modesta propuesta para una cultura divergente (Cómic+ herramienta web 2.0 + Mundos Virtuales) sea la tuya: La Biblioteca cómo espacio social de información y aprendizaje, en conocimientos y habilidades para el desarrollo que demanda la sociedad actual, adaptando sus servicios y utilizando las tecnologías existentes proactivamente, en la gestión y difusión de la información y el conocimiento.
Si es así, contáctame y hablemos.
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