13 marzo 2011

Escuchar y aprender de los niños: sueños, creatividad y optimismo


La niña prodigio Adora Svitak dice que el mundo necesita un pensamiento infantil: ideas audaces, creatividad salvaje y, en especial, optimismo. Los grandes sueños de los niños merecen grandes expectativas, dice, comenzando por la voluntad de los adultos tanto de aprender de los niños como de enseñar.

Adora, autora del libro Flying Fingers, una innovadora mezcla de ficción y de instrucción, ofrece a los padres y formadores el acceso a las estrategias que han tenido tanto éxito con ella.



Para la mayoría de los niños, la pasión por una buena historia se inicia a una edad muy temprana. Utilizarán todo tipo de argumentos y estrategias para que se les continúe contando el cuento que le entusiasma. Cada padre es responsable de preservar y proteger la pasión de sus hijos en una buena historia. Desafortunadamente, a medida que más y más elementos de distracción invaden nuestras vidas, algunos niños, con el tiempo, pierden su interés en las buenas historias de los libros. Esto produce un desinterés general en la búsqueda de conocimiento y sabiduría.
Mientras escribía esto una niña de dos años pintaba con un bolígrafo sobre un bloc de dibujo encima de una mesita pero, en un momento dado, cogió una muñeca y pintó sobre ella apoyada en un sofá... hasta que uno de los adultos que charlaban animadamente exclamó: "¡Inés, eso no se hace! ¡No se pinta ahí!"... desconozco si el rallajo encima de la blanca tapicería de cuero fue anterior o durante esa advertencia, pero ahí estaba. Ahora Inés sabía que encima de los sofás no se pintaba, para eso estaba la mesita o el suelo. Posteriormente, recordando la escena y cómo yo le había explicado a Inés que no se pintaba encima de los sofás, acudió a mi mente lo que mi madre siempre me ha contado: me dejaba pintar en las paredes de la casa, y hacer agujeros. Y, hasta la fecha no soy grafitera, y aparte de aquella fase de la infancia, conscientemente no he pintado nunca sobre la pared. Pero si que es cierto, que me quiero hacer con una enorme pizarra o tal vez, forre una pared de pizarra, pues siento que me inspira enormemente en mi creatividad y producción.

El libro Flying Fingers de Adora ofrece consejos para enseñar a los niños a escribir y sacar el máximo provecho de las herramientas que la tecnología actual puede ofrecer:

Con la ayuda de la tecnología, la escritura nunca ha sido tan fácil. La tecnología ayuda a romper barreras y temores tan comunes como el miedo de no saber cómo deletrear las palabras correctamente, el miedo a escribir la frase equivocada en el lugar equivocado, o la frustración que supone pasar mucho tiempo borrando y editando. Escribiendo los niños experimentan la libertad salvaje de enfrentarse con el espacio en blanco delante de ellos. Como la mayoría de escritores de éxito saben, la clave para la mejora en la escritura es simple: escribir, escribir, escribir...

Amplio este post enlazándolo con el blog de Laura Rosillo (@lrosilloc) en el que ha escrito acerca de la Madurescencia: Olvidar para aprender y, se pregunta qué se supone que se debe hacer a partir de los 50.

Citando a Erikson, propone recuperar nuestra manera primigenia de aprender: El JUEGO. Esa forma infantil de adueñarse de la realidad por medio del experimento y de la elaboración de un proyecto. El adulto "juega" también con las experiencias y anticipa algunos objetivos a través de su pensamiento.
Nuestra capacidad de aprendizaje es la herramienta más importante para nuestra supervivencia social y laboral.
Siempre que tengo ocasión cuento esta anécdota: Mi madre que pasa los 50, y reside en Madrid, acudió a un cibercafé y pagó 5 euros para que le enseñarán a utilizar Internet. El primer mensaje de correo electrónico que me envió a través de recién estrenada cuenta de hotmail lo escribió en el asunto en letras mayúsculas expresando cuanto nos quería. Una de sus hijas residía en el Norte de España, concretamente en Barcelona, la otra en el Sur, en Málaga. En mi regreso a Madrid, le puse a mi madre un portátil en las manos y le comuniqué: "¡Es tuyo!" Hoy, es toda una navegante autodidacta.

Y, cómo reflexión final ¿Cuántos de nosotros seguimos teniendo sueños y creyendo en las posibilidades?




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5 comentarios:

Toni Perulles i Rull dijo...

¡Fenomenal!

Olga Casado dijo...

Fantástico post!! Enhorabuena por haber encontrado un espacio desde donde recordarnos quienes fuimos como niños, quienes somos como padres, y quienes podemos llegar a ser mirando nuevamente con los ojos del niño...

O. dijo...

wuuuaaauuu!!!.pero nena que pasada de post..me ha encantado, no dejas de sorprenderme nunca..
bss

Carlos Rodríguez dijo...

Habría muchas cuestiones ideológicas y económicas que analizar sobre los mundos virtuales. ¿Quién está detrás de Webkiz, por ejemplo? ¿Cómo genera beneficios económicos esa empresa? ¿Qué están aprendiendo los menores? ¿Qué tipo de relaciones entre los menores dan sustento a esos mundos?...Es necesario pensar en la alfabetización sobre VW y no sólo en "educar" a través de ellos (algo que también habría que debatir).

Ruth Martínez dijo...

Precisamente Carlos, pensando en la necesaria alfabetización sobre mundos virtuales necesaria para padres y formadores publiqué el libro "Mundos Virtuales 3D. Una guía para padres y formadores" de la editorial UOC. Y, queda mucho por hacer.

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