En el post anterior buceamos en los origenes de
los entornos virtuales multiusuario, que no han empezado con Second Life ni con ActiveWorlds, pero darían para plantear un business case.
En este post nos asomaremos a los movimientos de algunas empresas con respecto a los entornos virtuales 3D...
Empezaremos por el metaverso de Microsoft, que previsiblemente se lanzará en julio de 2007, y que retomará su aparcado proyecto de 2001 Musicworlds y su Virtual Worlds Platform . Construida entre 1997 y 2000 por el grupo de investigación de Microsoft la plataforma permitía el desarrollo de entornos multiusuarios distribuidos.
Con la Plataforma de Mundos Virtuales de Microsoft se implementaron proyectos tan interesantes desde el punto de vista educativo como ZORA.
ZORA es un proyecto de investigación del grupo de epistemologia y formación del MIT Media Laboratory, encabezado por Marina Umaschi Bers. Este entorno básico multiusuario se diseñó para que los niños exploraran sus identidades personales y capacidades a través de narraciones y programación. ZORA permitía a los jóvenes contruir espacios virtuales en los que representarse así mismos y crear comunidades, objetos, ciudades virtuales, simbolos y carácteres con sus peculiares características. El entorno permitía que las creaciones pudieran programarse con comportamientos. Los usuarios podían comunicarse sincrona y asincronamente y participar en una red social y democrática.
En colaboración con el Departamento de Psiquiatría y Neurología se exploraron sus utilidades educativas y psicoterapéuticas: Menores de diez años en el contexto de un campo de verano con el objetivo de fomentar el desarrollo del caracter, la moral y la educación multi-cultural, y con jóvenes pacientes del Hospital Infantil de Boston.
En colaboración con el Departamento de Psiquiatría y Neurología se exploraron sus utilidades educativas y psicoterapéuticas: Menores de diez años en el contexto de un campo de verano con el objetivo de fomentar el desarrollo del caracter, la moral y la educación multi-cultural, y con jóvenes pacientes del Hospital Infantil de Boston.
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